Cristo de la Luz

Cristo de la Luz

jueves, 26 de noviembre de 2015

El Poder de la Belleza

El domingo pasado, 22 de noviembre, fue Santa Cecilia, que para los que no lo saben, es la patrona de los músicos. Como en mi familia todos somos músicos, es un día muy señalado. Toda la semana previa, en el Conservatorio donde trabajamos se organizan actos especiales en honor a Santa Cecilia, por lo que mi esposa, mis hijos y yo siempre tenemos un enorme ajetreo, entre los ensayos y los conciertos. Ciertamente me es muy grato que se siga celebrando a esta gran santa en el Conservatorio, a pesar de los intentos de los políticos liberales de borrar todo vestigio religioso de la vida pública. Por simple inercia cultural se sigue haciendo, porque es lo que siempre se ha hecho, pero dudo mucho que los responsables de la dirección del Conservatorio conozcan la historia de Santa Cecilia. Si la conocieran, mucho me temo, conociendo su ideología anticlerical, las celebraciones en su honor cesarían muy pronto.

Dado que es altamente improbable que lean esto, diré que Santa Cecilia es una mártir de Roma del siglo III de nuestra era. Hizo voto de virginidad, pero sus padres le obligaron a casarse con Valeriano, un noble romano. Durante su boda, mientras tocaban los músicos, Cecilia "cantó en su corazón a Dios"; de ahí viene su patronazgo de la música. La noche de bodas, Cecilia contó a su esposo su voto de virginidad, diciendo que si osaba consumar el matrimonio, un ángel de Dios le castigaría. Valeriano pidió ver el ángel, a lo que Cecilia le mandó caminar por la Via Appia y bautizarse por el Papa Urbano. Al cumplir sus instrucciones Valeriano pudo ver el ángel al lado de su esposa, que la coronaba con rosas y azucenas. Ambos fueron martirizados, por el crimen de enterrar a otros mártires cristianos. Cecilia recibió tres hachazos en el cuello que la dejaron desangrándose durante tres días en su casa. Hoy, 1800 años más tarde, su cuerpo está incorrupto en la Iglesia que lleva su nombre en Roma. No hay ningún caso de incorruptibilidad durante tanto tiempo como este. [1]

Como decía, el domingo pasado fue Santa Cecilia, y por este motivo unos compañeros del Conservatorio y un coro se unieron para tocar y cantar en la Misa de las 12 en la Catedral. Mi esposa me sugirió que fuéramos a esta Misa, ya que nos "tocaba" ir a la Misa moderna. Ella no comparte (aún) mi pasión por la Misa Tradicional, por lo que tenemos un pacto: un domingo a la Misa moderna y el siguiente a la tradicional. Normalmente cuando asisto a una Misa moderna, tengo que emplearme al máximo para aislarme de lo que ocurre a mi alrededor. Con mi Rosario en mano, intento centrarme en rezar, a pesar del bullicio y las distracciones del rito modernista. Sin embargo, el domingo pasado en la Catedral la experiencia fue muy distinta.

Fachada de la Catedral de Murcia
Interior de la Catedral
 Para empezar, el lugar inspira pensamientos divinos y eleva el alma hacía Dios. La magnificencia de la arquitectura me hablaba de la gloria de Dios y las columnas apuntando al Cielo me decían ¡Sursum corda! Si mis lectores aún no han estado en la Catedral de Murcia, y si alguna vez tienen la oportunidad de visitarla, se lo recomiendo vivamente. Casi todos se fijan en la recargada fachada barroca-tardía, pero a mí lo que siempre me ha impresionado es el interior. No es de las catedrales más grandes de España, pero a mi juicio, tiene unas proporciones y una simetría bellísimas. La luz que se filtraba por las hermosas vidrieras que representaban la vida de Cristo, me parecía realmente celestial. ¡Cuánto ayuda tener un templo tan bello para la oración! Uno pone el pie en un lugar así y enseguida sabe que está pisando suelo sagrado. Es difícil no darse cuenta de que ese templo fue construido para un solo propósito: el sacrificio eucarístico. Todo fue por amor a Dios, presente en el altar, verdadero centro de cualquier iglesia católica. El empeño que pusieron los católicos de otros siglos en levantar un edificio semejante, con un coste material tan alto, me hace pensar que yo también tengo que sacrificar algo por Él.

La monstruosa iglesia de Santa Bernadette, Francia
¡Qué diferencia con los templos modernos! No conozco ni una sola iglesia construida en los últimos 50 años que refleja el verdadero amor a Dios, que transmite la verdadera fe católica. Cualquiera de las que conozco podría servir perfectamente como mercado cubierto o pabellón deportivo y en nada desentonaría. No es que ahora se escatima en gastos; de hecho, los templos modernos suelen costar un dineral. Tampoco es cuestión de tamaño; hay neo-iglesias enormes, capaces de albergar "eventos" multitudinarios. Es algo más esencial: se nota que falta la reverencia, la adoración profunda, que antaño inspiraba a los hombres creyentes a construir tan bellas iglesias.

Aparte del entorno físico estaba la música. El órgano Merklin, restaurado hace 7 años, sonaba a gloria, llenando cada rincón de la Catedral de sonido. Realmente no haría falta ningún otro instrumento aparte del órgano, ya que este instrumento es capaz de producir una variedad casi infinita de sonoridades; desde el lejano susurro de una flauta, hasta el estruendo de una trompeta. Cuando se sabe sacar provecho de un buen órgano, la experiencia es mejor incluso que oír una orquesta sinfónica. Durante la comunión el coro y los solistas interpretaron Panis Angelicus ("pan de los ángeles") del genial César Franck. Debo reconocer que me emocioné. ¡Si en vez de una Misa moderna, hubiera estado en una Misa Tradicional, no creo que hubiera soportado tanta belleza! Quizás el Señor me hubiera arrebatado al Cielo, en un estado de éxtasis.

El órgano Merklin de 1857
Reflexioné después sobre el poder de la música, tanto para bien como para mal. En mi último artículo, La Música del Diablo, hablé de las raíces satánicas de la música Rock y todos los géneros derivados. Los estilos que proceden del Rock ejercen una influencia nociva sobre quienes los escuchan, sobre todo los jóvenes. Estas músicas estimulan las bajas pasiones, y ponen una barrera entre las almas y Dios. Por lo contrario, la buena música actúa como un limpiacristales; va quitando la suciedad en la ventana del alma, para que traspase la luz divina. Naturalmente, saber apreciar la buena música por sí sola no es suficiente para salvarse, pero sí predispone a recibir la gracia. Una persona que está rodeada de fealdad y ha querido llenarse de ruido (la mayor parte de la música Pop que se escucha hoy en día no se puede calificar de otra manera), está insensibilizada ante la belleza. Preferir la fealdad a la belleza es una actitud diabólica, parecida a preferir el mal al bien o preferir la mentira a la verdad. La belleza es siempre un reflejo de Dios, por tanto un rechazo deliberado de la belleza normalmente va acompañado de un rechazo de Dios.

Los que habitualmente escuchan música Pop, para poder apreciar la buena música, tienen que pasar por una fase de desintoxicación. Es como las personas que no saben comer bien, cuya idea de una buena comida es un menu Big Mac de cierta cadena de comida rápida. ¿Cómo podrán degustar un vino Rioja, si están acostumbrados a beber Coca-Cola en un vaso de papel a través de una pajita? ¿Cómo podrán saborear una paella de marisco, si su idea de un manjar es una hamburguesa ahogada en ketchup, dentro de un panecillo acartonado? Evidentemente, hay que educar a los niños, no sólo académicamente, sino en los hábitos de vida, que tienen una importancia capital. Hay que enseñarles a comer bien, vestir bien, hablar bien, y a reconocer y apreciar la belleza. No hablo de gustos; algunos son amantes del flamenco, otros no lo soportan, pero no hay nada malo en eso. Algunos son más de música clásica, otros prefieren la música popular (en el sentido tradicional, no la música Pop). Lo imprescindible es evitar la música mala, la música del Diablo.

Para edificación de mis lectores, y como homenaje a Santa Cecilia, propongo algunos vídeos musicales que me parecen de una belleza realmente sublime. La música que más me llena es la clásica, y cuando la música clásica tiene como fin la alabanza a Dios, como en estos ejemplos, me llena doblemente.


 NOTAS

[1] Para los que se interesan por los casos de incorruptibilidad entre los santos, recomiendo el libro "The Incorruptibles", de Joan Carrol Cruz. Los que no leen en inglés podrán al menos leer este artículo que escribí hace un año sobre dicho libro.

martes, 24 de noviembre de 2015

Terror en París: de Jesucristo Rey al Estado Policial

Fuente: The Remnant. Artículo original.



Michael Matt habla de la verdadera conspiración: la apostasía y la destrucción del elemento humano de la Iglesia Católica, que está abriendo el camino a la desestabilización de lo que antaño era la Europa Cristiana, y sembrando el caos por todo el Nuevo Orden Mundial. Sin embargo, hay esperanza, según Michael.

El futuro de Francia y de toda Europa depende de la proclamación de la soberanía de Jesucristo, y esto está empezando ahora mismo. Es un momento de gran oscuridad, sí, pero siempre la oscuridad es mayor justo antes del amanecer. La Iglesia se alzará de nuevo, y aquí está la prueba.

¿Y mientras tanto? Cristo o el caos. No hay nada en medio. Están perdiendo el control de su querido Nuevo Orden Mundial. ¿Ahora qué? Michael Mattt tiene unas cuantas sugerencias.




RESUMEN DEL VÍDEO:

Quiero expresar nuestras condolencias y ofrecer nuestras oraciones por las víctimas del ataque terrorista en París. Para mí la situación es particularmente dolorosa; primero, porque he estado en muchas ocasiones en dicha ciudad con motivo de peregrinaciones; en segundo lugar, por la respuesta tan insulsa de los políticos liberales. En lugar de recordar a los católicos de Francia de necesidad del arrepentimiento y la conversión a Jesucristo, sólo han pedido a los franceses que confíen en el gobierno de la nación y en sus fuerzas armadas. Francia ha rechazada su título de Hija Primogénita de la Iglesia.

¿Qué hubiera pensado de esto el mártir San Denis, obispo de París en el siglo III? Este gran santo, tras ser decapitado por su fe, tomando su cabeza en sus brazos, anduvo unos 8 kilómetros hasta Montmartre, predicando una homilía sobre el arrepentimiento. Arrepentimiento. Esto es precisamente lo que no se ve en Europa. Oímos mucho sobre la necesidad del control de las armas, del gaymonio, más tolerancia para las perversiones, más acceso libre al aborto, etc. Pero nada sobre el arrepentimiento. Ni siquiera se reza por los muertos. Europa está en una época que ya no se puede llamar post-cristiana, sino más bien anti-cristiana. Europa está en guerra contra Cristo.

Estas masacres continuarán. Los neo-cons quieren una guerra perpetua. Esto, añadido a la inmigración descontrolada que fomentan los ultra-liberales, crea una situación altamente explosiva, que dará como consecuencia un estado policial, si quieren mantener alguna semblanza de orden en las grandes ciudades europeas. Y que nadie se engañe; llegará antes o después a los EEUU.  Nos llaman"racistas" por pedir que se controlen las fronteras. Las monjas que me educaron me decían que cuando vives en un estado de pecado habitual, pierdes hasta la capacidad de razonar correctamente. Esto es lo que ha pasado en Europa. La gente ya no razona.


Algunos han denunciado una conspiración en estos ataques, pero me pregunto ¿cómo pueden tener todos los cabos atados? Los que enseguida apuntan a conspiraciones, a menudo se equivocan por pensar que los acontecimientos tienen que seguir un proceso lógico. El Infierno es caótico.  El Infierno que están creando los enemigos de Cristo será un caos. Hay una elección: Jesucristo o el caos. Nuestro Señor fue expulsado del Nuevo Orden Mundial hace tiempo, por lo que sólo queda el caos. Se les va de las manos, porque sin Jesucristo, ni siquiera ellos pueden controlar la situación. Al final la bestia que han creado les destruirá, igual que Madame Guillotine les cortó la cabeza a los masones que promovieron la Revolución de 1789.

Los cristianos no estamos ni con unos [los islamistas] ni con otros [los liberales]. Tenemos que encontrar un plan que nos sirva para sobrevivir lo que se nos viene encima. Tal y como nosotros lo vemos, la media luna está en alza porque la Cruz se cae. Occidente será castigada por los mismos enemigos de la Cristiandad que le costó a España 8 siglos derrotar, y sólo de forma temporal.  Es la misma guerra santa, aunque ahora los ejércitos cristianos han perdido por completo su fe. Esta es la venganza de Mahoma.

A mi juicio todo esto tiene que ver con la apostasía en la Iglesia Católica. Esta es la conspiración de la que hay que hablar: la desobediencia frente a la petición de Nuestra Señora de Fátima de consagrar Rusia a Su Inmaculado Corazón, el "espíritu del Concilio Vaticano II"... La única solución es que la Iglesia restaure Sus tradiciones, que vuelva a Sus raíces, que se levante como una autoridad moral para el mundo entero. La única razón por la que existe todo este caos es que la Iglesia se niega a reconocerse como la única esperanza de salvación para las almas, la única Iglesia fundada por Nuestro Señor Jesucristo.

Estamos entrando en un periodo de caos infernal, que nadie podrá controlar. Todo indica que la cosa irá a peor, y no tenemos que sorprendernos por ello. Tenemos que anticiparlo; tenemos que prepararnos y preparar a nuestros hijos. Han declarado la guerra contra Dios Todopoderoso; habrá consecuencias. Nuestros líderes seguirán exigiendo más homosexualidad, más abortos, más pornografía, porque aún no han aprendido nada. El hombre moderno aún no sabe que lo que tiene que hacer es volverse otra vez hacía Dios. De momento están perdiendo el control de su Nuevo Orden Mundial.


No tenemos que buscar más conspiraciones que la guerra contra Dios, que "casualmente" empezó ahí mismo en París, en 1789. El Presidente, Barack Obama, hizo suyo el lema masónico de la Revolución, cuando habló sobre las masacres. [Clip de Obama: "Recordamos en este tiempo de tragedia que los lazos de Liberté, Égalité, Fraternité no  sólo son valores que importan mucho a los franceses, sino que son valores que nosotros también compartimos."] Libertad, Igualdad, Fraternidad. Lo hizo suyo, juró defenderlo, lo hizo en nuestro nombre.

Sin embargo, hay esperanza. Yo no me rindo, y tampoco debería hacerlo cualquiera que tenga la fe. El movimiento restauracionista católico crece. Creemos que es la única solución. La soberanía de Jesucristo es nuestra única esperanza. La intercesión de Su bendita madre, la Virgen Santísima, lo es todo para nosotros. Muchos millones de personas empiezan a entender que el problema tiene como causa la auto-demolición de la Iglesia Católica que vivimos desde hace varias décadas. En Francia especialmente, la "antigua" fe está en auge, lo crean o no. Yo he estado ahí, yo lo he visto, yo he peregrinado con los "viejos" católicos franceses, cuyo espíritu está vivo.


Termino con esta nota positiva, junto al recuerdo por las víctimas y sus familias. Termino con algo que ocurrirá este año en Francia, que nos dará esperanza: la peregrinación anual desde la catedral de Chartre hasta París. En esta peregrinación se cantará el "Chez nous". El "Chez nous" os dará esperanza, nos da esperanza a todos. Es una canción de amor a la Virgen. [Cita el estribillo de la canción: "Chez nous soyez Reine, nous sommes a vous, Régnez en souveraine, Chez nous, chez nous. Soyez la Madone qu´on prie a genoux, qu´on aime y qui pardonne, Chez nous, chez nous."] Esto quiere decir "Sea nuestra Reina, en nuestro hogar, Reina como soberana, en nuestro hogar, Sea la Madona a quien rezamos de rodillas, que nos ama y nos perdona, en nuestro hogar."

Esta canción, cantada por miles de católicos tradicionales, representa la esperanza para Francia, y la esperanza para toda Europa. Buenas noches.

Traducido por Christopher Fleming

miércoles, 18 de noviembre de 2015

La Música del Diablo

Hoy en día la música que escucha la inmensa mayoría de los jóvenes es de origen satánico. Los géneros musicales del Rock and Roll, la música Pop, el Hip Hop, el Rap, el Funky, el Heavy y todo lo que se puede escuchar en la MTV y cadenas similares, es la música del Diablo. ¿Acaso soy extremista por hacer semejante afirmación? Si al lector le parece que sí, me permitirá al menos exponer las razones que me llevan a decir esto, y luego que cada uno decida por sí mismo. En esta primera parte del trabajo propongo examinar las raíces del Rock and Roll, su impacto revolucionario en la sociedad, y las primeras estrellas de los años ´50 y ´60.

Robert Johnson, el "abuelo del Rock"
Veamos los orígenes del Rock and Roll, empezando por su etimología. El término, aunque acuñado originalmente en canciones marítimas, en los años ´30 degeneró en una referencia velada a la fornicación. Fue el locutor de radio, Alan Freed, quien popularizó el nombre en referencia al nuevo género, una fusión entre el Rhythm and Blues, el Swing y otros estilos. Uno de los exponentes más importantes del nuevo estilo, que ejerció una gran influencia en músicos de Rock posteriores, al que muchos llaman el "abuelo del Rock", fue el cantante y guitarrista Robert Johnson (1911-1938). Dicen que este personaje misterioso, que sólo grabó 29 canciones, del que muy poco se sabe, y que murió en circunstancias extrañas a los 27 años (inaugurando una verdadera tradición del Rock), adquirió su habilidad a la guitarra gracias a un pacto con Satanás. Esto lo confirma la letra de su canción Crossroad Blues, en la que narra el encuentro con Satanás en un cruce de caminos; éste le ofrece fama y dinero a cambio de su alma y el joven músico acepta el trato. En la canción Me and the Devil Blues, Johnson cuenta lo que fácilmente se puede interpretar como el Demonio que aparece una mañana para cobrar su parte del trato. Esto es lo que dice (traducción mía):
Esta mañana temprano
Cuando has tocado en mi puerta
Esta mañana temprano, OOH
Cuando has tocado en mi puerta
He dicho "hola, Satanás
Creo que es hora de irse" 
El logro de Freed fue extender la incipiente música Rock a un público blanco, mientras el Blues siempre había sido una música exclusivamente negra. El primer gran éxito del Rock and Roll, que convirtió el género en un fenómeno de masas, llegó en 1954 con Rock Around the Clock de Bill Haley, y la mayor revolución social de los tiempos modernos había nacido.

Con el auge de Elvis Presley se originó una nueva tendencia inquietante en la música: la idolatría de las estrellas de Rock por parte de sus seguidores o "fans", una palabra derivada de "fanatics". Bastaba con que Elvis se subiera a un escenario para que hordas de chicas adolescentes entraran en éxtasis. Se podría decir que en su presencia sus fans caían en una especie de trance, perdiendo completamente el control de sus actos. Este efecto embrujador por sí sólo bastaría para ponernos en guardia contra la música Rock, porque la enajenación de la voluntad, con la consecuente pérdida de las inhibiciones morales, es una señal inequívoca de lo demoníaco, y desde entonces ha sido una constante en la música Rock y todos los géneros derivados. Creo que es la combinación de varios elementos que produce el efecto enajenante en los "iniciados" del culto Rock and Roll. Además de la adoración del ídolo en el escenario, los movimientos bruscos y espasmódicos del baile y la pulsación incesante de un ritmo sincopado, hipnotizan a los participantes. Si añadimos a esto el consumo masivo de alcohol y otras drogas, tenemos un cóctel extremadamente peligroso, que está perfectamente diseñado para estimular en los adeptos las bajas pasiones y despertar todo tipo de lujuria y maldad.

Bacchus, de Caravaggio
Esto es asombrosamente parecido a lo que los antiguos describían del culto a Dionisio, que los romanos conocían como las bacanales. Las sesiones de este culto se caracterizaban por el consumo abundante de vino y estupefacientes (en la época se utilizaban setas alucinógenas), una música muy rítmica de efecto hipnotizante, y bailes frenéticos, que producían en los iniciados un estado de desenfreno que terminaba en orgías y todo tipo de crímenes. En el siglo II antes de Cristo el Senado Romano tuvo a bien prohibir las bacanales, por considerar que atentaban contra la moral y el orden público. Conviene recordar que estamos hablando de un imperio pagano. Hoy en día, los gobiernos post-cristianos, lejos de prohibir las bacanales modernas, las organizan y las subvencionan con nuestros impuestos.
Lo que más escandalizaba al público conservador de la época de las actuaciones de Elvis no eran sus ritmos ni sus letras (en verdad las letras son un componente poco importante de su música), sino sus contorsiones pélvicas de claras alusiones sexuales, algo nunca visto hasta el momento. Sus movimientos obscenos escandalizaban hasta tal punto, que cuando aprareció en 1957 en el programa televisivo, Ed O´Sullivan Show, por decencia sólo se le mostró de cintura para arriba. ¡Qué lejanos parecen aquellos tiempos! Ahora en cualquier cadena, a cualquier hora, se ven mujeres semi-desnudas, exhibiéndose y contorsionándose de la manera más grotesca, niños bailando de forma lasciva, sin el más mínimo pudor, y todos aplaudiendo y sonriendo, como si fuera de lo más normal. De hecho, lo esperpéntico se ha convertido en lo "normal".

En los primeros años de su fama las reacciones contra Elvis fueron muchas; fue duramente criticado por la revista jesuita America (cuando los jesuitas aún eran católicos), y el obispo católico de Providence, Russell McVinney, dijo lo siguiente del Rock and Roll:
Es una moda que conduce a sus jóvenes seguidores de vuelta a la selva y al animalismo.
Hasta Frank Sinatra (no precisamente un puritano) dijo esto de Elvis:
Su tipo de música es deplorable, un afrodisiaco rancio. Fomenta reacciones totalmente negativas y destructivas entre los jóvenes.
Ahora, tras seis décadas de Rock and Roll, cuando vemos algún vídeo de Elvis Presley hasta nos parece inocente, en comparación con las modas depravadas que le han sucedido. El problema es que nos hemos acostumbrado a la música de pulsaciones hipnotizadoras y a los bailes lascivos, hasta tal punto que ya no somos capaces de reconocer el mal. Dicen que si tiras una rana a una olla de agua hirviendo, da un salto y sale inmediatamente del agua, mientras que si metes una rana en una olla de agua fría y la vas calentando poco a poco, la rana se cuece y finalmente se muere. Es una buena metáfora para lo que nos ha pasado como sociedad.

Como no podía ser de otra manera, la vida personal de Elvis Presley era un auténtico desastre. Las fiestas interminables y las múltiples infidelidades a Priscilla, su esposa, eran notorias. Su adicción a las drogas de prescripción, sin las que a partir de 1970 no podía ni levantarse por la mañana, iba mermando rápidamente su salud. El testimonio de muchas mujeres que le conocieron, afirmando que era un "chico de mamá", su inquietante gusto por chicas de 13-14 años, y la incapacidad de superar emocionalmente la muerte de su madre en 1958, hacen pensar que padecía de una inmadurez patológica, el síndrome del eterno adolescente. Su muerte trágica en 1977 a la edad de 43 años, provocada por el abuso de drogas y el agotamiento debido a su frenético ritmo de actuaciones, es paradigmática de la sórdida historia del Rock and Roll.

Si los años cincuenta fueron los años de Elvis Presley, los años sesenta fueron de los Beatles. Este grupo británico, formado por cuatro chicos de Liverpool, Inglaterra, llevó la revolución cultural al siguiente nivel. Antes de entrar a considerar la influencia de los Beatles, creo que es interesante saber de donde vienen ideológicamente. Todos fueron educados en un ambiente religioso; Paul McCartney y George Harrison fueron bautizados como católicos; John Lennon era anglicano, (hasta cantaba en el coro de la Iglesia y asistía a la escuela dominical); y Ringo Starr era de la rama evangélica del anglicanismo. Al llegar a la edad adulto todos abandonaron la religión en la que habían sido criados. En una entrevista de 1964 su propio jefe de prensa, Derek Taylor, dijo lo siguiente:
Son completamente anti-Cristo. Bueno, yo soy anti-Cristo también, pero ellos son tan anti-Cristo que me escandaliza, lo cual no es fácil de hacer. [2]
Philip Norman, considerado el biógrafo definitivo de los Beatles, cuenta lo siguiente:
Mientras se encontraban en Hamburgo, cada domingo John [Lennon] se ponía en el balcón, mofándose de los fieles que se dirigían a la Iglesia de San José. Ató un preservativo lleno de agua a una efigie de Jesús y lo colgó para que lo vieran los que se iban a Misa. Una vez urinó en la cabeza de tres monjas. [3]
En la cúspide de su fama, John Lennon dijo que los Beatles eran "más famosos que Jesucristo", una declaración que causó protestas y la quema de sus álbumes en muchos lugares de EEUU. La frase, sacada de una entrevista de 1966, es quizás más blasfema en su contexto:
El cristianismo se irá. Menguará y desaparecerá. No hace falta que lo argumente; tengo razón, y el tiempo lo demostrará. Ahora somos más famosos que Jesucristo.
Los Beatles fueron los mayores profetas, no sólo del odio hacía Cristo, sino de todas las plagas morales y espirituales que azotaron Occidente durante la turbulenta década de los ´60, utilizando como principal vehículo la música Rock and Roll. Entre ellas cabe destacar lo siguiente:
  • el uso masivo de drogas psicodélicas como el LSD o la marihuana
  • la introducción de la espiritualidad oriental New Age en Occidente
  • el "amor libre" y la aceptación social de la sexualidad fuera del matrimonio 
  • el desprecio por parte de los cristianos de sus propias tradiciones culturales
  • la rebelión sistemática de los jóvenes contra sus padres.
Los católicos que profesan una admiración por los Beatles deberían reflexionar sobre lo que representan en el proceso revolucionario anti-cristiano. Es el colmo de la ingenuidad decir: "sólo me gusta su música", y cerrar los ojos ante todo lo que hay detrás. Sería como frecuentar prostíbulos porque es donde hacen el mejor gin-tónic. Igual que hay sitios donde los católicos no debemos poner pie, tenemos que saber que también hay cosas que no debemos hacer, y escuchar música Rock es una de ellas. Esa música es puro veneno para el alma; atrofia la conciencia, induce al pecado y aleja de Dios. Convendría recordar lo que advierte San Pablo: No os juntéis con los incrédulos. Porque, ¿qué tienen en común la justicia con la iniquidad, la luz con las tinieblas? ¿Qué armonía puede haber entre Cristo y Belial? (2 corintios 6:14,15)
 
En retrospectiva, la relación entre el declive de la cultura cristiana en Occidente y los Beatles es evidente para cualquiera con dos dedos de frente. No obstante, hay que reconocer la astucia de las campañas de marketing, que contraponían a los dos grandes grupos británicos de los ´60, los Beatles y los Rolling Stones, como si fueran cosas muy distintas, cuando en realidad eran dos ramas del mismo árbol. Si los Rolling Stones eran abiertamente satánicos y hacían alarde de su vida depravada, los Beatles, con su imagen de chicos buenos (al menos al principio de su carrrera), promocionaban la misma agenda, pero de manera más encubierta. El Demonio suele lograr mucho más con la persuasión insidiosa que con una guerra abierta, pero lo que nunca le falla es el viejo truco del poli bueno, poli malo. Muchos padres de la época aceptaron a los Beatles como un mal menor, pensando: "no me gustan estos Beatles, pero si al menos mi hijo no va detrás de los Rolling Stones..."


La Reina Isabel II contribuyó a este engaño, cuando en 1965 otorgó a los Beatles la M.B.E. (Most Excellent Order of the British Empire). Creo que fue una estrategia muy astuta, ya que con esta condecoración el establishment británico mandó un mensaje muy claro: los Beatles no son malos, son "de los nuestros".


"SIR" Mick Jagger
Ahora se ve claramente que era una falsa dicotomía, porque a pesar de su satanismo descarado, los Rolling Stones se convirtieron oficialmente en parte de la élite social en el año 2003, cuando Mick Jagger fue nombrado Caballero del Imperio Británico. ¡Un caballero, ese degenerado! Se supone que un caballero es alguien que, aparte de sus éxitos profesionales, ha demostrado tener rectitud de carácter y es un modelo a seguir. Entonces, ¿por qué hacen caballero a Mick Jagger? Es un hombre que ha tenido 7 hijos con 4 mujeres distintas, aparte de sus encuentros homosexuales; es famoso por cometer actos en el escenario tan obscenos que da vergüenza ajena hasta mencionarlos (¿qué no sería capaz de hacer en privado?); es incapaz de pronunciar una sola frase sin lanzar improperios y blasfemias;  ha sido arrestado dos veces por posesión de drogas. ¿Es sorprendente que se considere merecedora de la máxima condecoración en el Reino Unido a la persona más alejada del ideal de caballerosidad, a un adorador de Satanás? Bueno, sorprenderá a los que no saben cómo funciona la Revolución: lo que hoy se llama indecente, mañana se considera respetable. Sorprenderá también a los que creen que la monarquía británica defiende valores tradicionales y vela por el bien de su pueblo. En mi opinión, los Windsor ya no defienden más que sus propios intereses particulares. Intentan mantener su trozo del pastel en el Nuevo Orden Mundial que se está forjando, y les da igual si esto se tiene que hacer a costa de sus súbditos.

Kenneth Anger
El personaje que introdujo a los Rolling Stones en el satanismo fue Kenneth Anger, homosexual militante, productor de cine independiente y adepto de la religión Thelema fundada por Aleister Crowley. Crowley es el hilo conductor de la historia del Rock de los años ´60 y ´70, el satanista más influyente de todo el siglo XX, y el auténtico cerebro detrás del movimiento New Age que tuvo tanto auge a partir de los años ´60. Estéticamente las películas de Anger oscilan entre un género que él llama homo-erotismo (prefiero no saber exactamente en qué consiste) y el satanismo puro y duro. Según el manager de los Rolling, Tony Sanchez, Anger les visitaba a menudo.
En la medida que Keith [Richards] y Anita iban aprendiendo más sobre los poderes de la oscuridad, se volvían más reservados conmigo. Sabían que a mí me daba miedo el tema, y cuando venían a visitar Kenneth Anger u otros amigos diabólicos, me echaban. Keith se quedó impresionado cuando Kenneth le habló de los grandes artistas rebeldes que habían jugado con la magia negra: Byron, Blake, Oscar Wilde, Yeats, De Quincey... [6]
En 1969 Mick Jagger puso la música para el corto de Anger, Invocation of my Brother Demon (Invocación de mi Hermano Demonio), que algún crítico ha calificado como "los 11 minutos más malévolos de la historia del cine". Esta película es protagonizada por el mismísimo Anton LaVey, el fundador de la Iglesia de Satanás.

Abajo está la imagen de portada de su álbum de 1967, Their Satanic Majesties Request, con Mick Jagger vestido de brujo.


La canción Sympathy for the Devil de este mismo álbum es un auténtico himno a Satanás. La letra disimula poco:
Por favor, déjame que me presente,
soy un hombre de riquezas y buen gusto.
Ando rodando desde hace muchos años, muchos años.
He robado el alma y la fe de muchos hombres.
Yo estaba allí cuando Jesucristo tuvo su momento de duda y dolor
y me aseguré por los infiernos que Pilatos se lavara las manos y sellara su
destino.
Encantado de conocerte
Espero que sepas mi nombre
Pero lo que te desconcierta
Es la naturaleza de mi juego
Estaba cerca de San Petesburgo
cuando vi que había llegado la hora del cambio.
Maté al zar y a sus ministros
Anastasia gritó en vano.
Conduje un tanque, tenia el rango de general
cuando estalló la guerra relámpago
y los cuerpos hedían.
Encantado de conocerte
Espero que sepas mi nombre
Pero lo que te desconcierta
Es la naturaleza de mi juego


Mire con alegría mientras vuestros reyes y reinas
luchaban durante diez décadas por los dioses que crearon.
Grité: "¿quien mato a los Kennedy?"
cuando después de todo fuimos tú y yo
Deja que me presente,
soy un hombre de riquezas y buen gusto.
Tiendo trampas a los trovadores
que mueren antes de llegar a Bombay.
Encantado de conocerte
Espero que sepas mi nombre
Pero lo que te desconcierta
Es la naturaleza de mi juego
Al igual que cada policía es un criminal
y todos los pecadores santos
y cara o cruz es lo mismo, llámame simplemente Lucifer.
Necesito cierto freno
Así que si me encuentras, ten cortesía
un poco de simpatía y cierta exquisitez
Usa tu bien aprendida educación
!o haré que se te pudra el alma!
Encantado de conocerte
Espero que sepas mi nombre
Pero lo que te desconcierta
Es la naturaleza de mi juego
Es interesante saber que en un concierto en 1969, mientras tocaban esta canción el público entró en una especie de paroxismo y durante la siguiente canción un joven fue asesinado a puñaladas. Los Rolling no volverían a interpretar Sympathy for the Devil hasta 1976, debido a la controversia generada por este incidente.

La portada de Goat´s Head Soup, 1973
No es necesario que explique al lector a quien simboliza la cabeza del macho cabrío en la portada de su álbum de 1973, Goat´s Head Soup. En este álbum, la canción Dancin´ with Mr. D. es una alabanza al Demonio. La última estrofa hace una referencia grotesca a la muerte y dice de forma blasfema: "Lord, have mercy, fire and brimstone." (Señor, ten piedad, fuego y azufre.)

Aleister Crowley en la portada de Sergeant Pepper
El satanismo de los Rolling Stones es muy evidente, pero cuando digo que también los Beatles eran satánicos, la gente suele reírse. Sin embargo, si se mira de cerca, y si se sabe qué mirar, hay tantas huellas diabólicas que es difícil saber por dónde empezar. Podría empezar simplemente por las portadas de sus discos. La mítica portada del que es quizás su disco más famoso, Sergeant Pepper´s Lonely Heart´s Club Band de 1967, donde según McCartney y Starr, figuran los "héroes" del grupo, incluye una foto de Aleister Crowley, que ya he mencionado. Hay muchos que sospechan que el misterioso Sergeant Pepper es Crowley mismo, y que todo el álbum es un homenaje a este personaje siniestro. La teoría es muy plausible si tenemos en cuenta lo que representa espiritualmente el disco: el conocimiento arcano a través del uso de drogas y la magia. Además, Crowley murió en 1947, 20 años antes de la salida al mercado del álbum en cuestión, cuya primera canción empieza: "Hoy hace 20 años que Sergeant Pepper enseñó la banda a tocar."

El satanista Aleister Crowley
Otra portada de los Beatles digna de mencionar es Yesterday and Today del año 1966, que en su momento causó una gran controversia. Aquí está la portada original:


Los cuatro van vestidos de carniceros y aparecen trozos de cadáveres, incluso lo que parecen ser cabezas decapitadas de bebés. No tiene explicación esta imagen si no es como referencia al sacrificio ritual humano, una parte fundamental del culto a Satanás. En esta instancia fueron torpes (no los Beatles, porque ellos eran tan sólo marionetas, sino sus amos), porque el paso fue demasiado atrevido. Al darse cuenta de su error por la reacción tan negativa, a los cinco días de su lanzamiento retiraron la portada original y la sustituyeron por otra menos ofensiva.

En la portada de Yellow Submarine, Lennon y McCartney hacen signos satánicos; Lennon hace el signo de los cuernos del carnero y McCartney el "OK", que en realidad significa 666, el número de la Bestia. Estos dos signos, que en 1969, el año de este álbum, eran bastante desconocidos para el gran público, se han convertido en algo cotidiano entre los famosos, sobre todo las estrellas de Rock. Se puede pensar que alguien les mandó hacer estos gestos, sin que ellos supieran lo que significaban, pero personalmente creo que sabían muy bien a quién debían su fama, y por eso rendían honores al Diablo. En una entrevista con la revista Playboy, Lennon afirmó que todo el lema de los Beatles era "Do What Thou Wilst" (Hacer lo que Os Plazca). Esto no es un mero eslógan de paleto, sino una cita en inglés arcaico de Aleister Crowley, que solía predicar que éste era el único mandamiento de Lucifer.

El Beatle que tiene la marca de Satanás más clara es sin duda John Lennon. En una conversación con Ray Coleman, a la pregunta: "¿cómo consiguió tanto éxito comercial?", respondió con estas palabras literales: "vendí mi alma al Demonio".[4] Su mujer Yoko Ono también estaba muy metida en las artes oscuras. Aunque no sabía cantar, en 2007 sacó un álbum titulado Yes, I am A Witch (Sí, Soy una Bruja). Mark Chapman, el hombre que mató a balazos a Lennon afirmó a la policía que se lo habían ordenado los demonios que vivían dentro de él. El asesinato tuvo lugar  justo delante del edificio Dakota en Nueva York, donde vivían Lennon y Yoko Ono, y donde se había rodado en 1968 la película Rosemary´s Baby, sobre una posesión diabólica y el nacimiento del Anticristo. La película fue el primer éxito para el director, Roman Polanski, un personaje indeseable, acusado y arrestado por todo tipo de delitos sexuales contra menores, pero nunca condenado. Al año del rodaje de la película, miembros de una secta satánica asesinaron ritualmente a la esposa de Polanski, encinta de ocho meses. Los asesinos eran familiares del asesino en serie Charles Manson, quien afirmó haber sido "programado" para responder a mensajes ocultos en canciones de los Beatles. El que prefiere creer que todos estos datos son pura coincidencia es libre de hacerlo. Yo, por si acaso, me mantengo a una distancia prudencial de todo lo que huele a azufre.

Los tres Beatles que tuvieron éxito en solitario siguieron el rumbo diabólico marcado por el grupo. Basta con recordar el álbum de McCartney, Ram, con un carnero en la portada.


George Harrison, que se hizo cada vez más devoto del hinduismo, grabó una canción llamada My Sweet Lord en 1970 con cantos de adoración al ídolo Krishna. El cantante reconoció más tarde que su intención había sido engañar a los cristianos y lograr que cantaran mantras a su falso dios:
 Mi idea en "My Sweet Lord", porque sonaba como una canción pop, fue pillarles por sorpresa. Quería que se sintieran cómodos, gracias al "Hallelujah", y una vez se llega a "Hare Krishna" están enganchados, con el pie moviéndose al ritmo de la música... les da un falso sentido de seguridad. Luego, de repente, se convierte en "Hare Krishna", y lo estarán cantando antes de saber lo que ha pasado.[5]
Aparte de los Beatles y los Rolling Stones, todas las grandes estrellas del Rock de los años ´60 llevan la marca inequívoca del Diablo. Jim Morrison de The Doors hasta se casó con su mujer por el ritual wicca, que consiste en ponerse dentro de un pentagrama dibujado en el suelo, invocar a Satanás y beberse la sangre del otro contrayente. Durante sus conciertos este desgraciado sacrificaba un cordero para mofarse de Jesucristo, el Cordero de Dios.

Jim Morrison, a punto de sacrificar un cordero
Nunca desaprovechó la oportunidad de burlarse de Nuestro Señor. De hecho, la imagen más famosa de él, con el torso desnudo y los brazos en cruz, es una referencia blasfema a la Crucifixión. Fue arrestado y condenado por exhibirse indecentemente delante de menores. En 1971 murió de una sobredosis de heroína... a la edad de 27 años.


La influencia de Crowley está muy presente en Morrison, como demuestra esta imagen de un álbum de The Doors, con el cantante apoyado en un busto del mago, formando con sus brazos un triángulo, un símbolo masónico.


 Ray Manzarek, otro miembro de The Doors, dijo de Morrison:
No fue un artista. No fue un showman. Fue un chamán. Estaba poseído.
Otra alma atormentada del Rock de los ´60 fue el guitarrista Jimi Hendrix, verdadero heredero musical de Robert Johnson. Su mismo agente, Alan Douglas, dijo de Hendrix:
Creía que estaba poseído por algún espíritu, y yo llegué a creérmelo también.
 Su novia, Fayne Pridgeon, dijo lo siguiente:
Siempre hablaba de un demonio que estaba dentro de él, sobre el cual no tenía ningún control. No sabía porqué hacía ciertas cosas, porqué decía ciertas cosas, cómo las canciones salían de él... Me parecía que estaba atormentado, roto por dentro, realmente obsesionado con algo malvado.... Me solía hablar de ir [a Georgia] para ver si alguna curandera le expulsaba el demonio que llevaba dentro
Hendrix es recordado no solamente por su virtuosismo a la guitarra, sino por su ataques de ira destructiva en directo. En un concierto de 1967 llegó a prender fuego a su instrumento sobre el escenario. Este momento fue captado por un joven del público y la foto se convirtió en una de las imágenes icónicas del rock and Roll. Me parece muy apropiado, porque muestra la esencia de este moviento revolucionario: el culto a Satanás. Muchos ingenuos pensarán que fue un gesto de locura sin más, pero el mismo Hendrix luego aclaró que fue "un sacrificio" de lo que más quería, y todos sabemos a quién sacrificaba su guitarra. No le sorprenderá al lector saber que Jimi Hendrix murió a los 27 años, ahogado en su propio vómito tras intoxicarse con barbitúricos.

 Sería demasiado penoso seguir hablando de todos los pobres músicos del Rock que se hicieron profetas del Demonio. Es posible que muchos de ellos vendieran su alma para lograr fama y éxito, pero al final lo importante es saber que el Rock and Roll es un arma poderosísima de Satanás para pervertir a los jóvenes, alejándolos de Dios.


CONTINUARÁ...



NOTAS


[1] Saturday Evening Post, 8–15 August 1964

[2] Philip Norman, Shout! The Beatles in Their Generation, p. 152

[3] Ray Coleman, Lennon, 1980, pág. 256

[4] Chant and Be Happy, 1982, pág. 33 

[5] Tony Sanchez, Up and Down with the Stones